¡Qué envidia me da mi amigo Diego Zúñiga! ha tenido la suerte de entrevistar, para Las Ultimas Noticias" a mi ídolo, el ex profesor de la Universidad de Utah Jan Harold Brunvand, quien es el padre de la investigación sobre las leyendas urbanas. Con sus clásicos libros -entre los que recuerdo "The Choking Doberman: And Other Urban Legends", "The Study of American Folklore: An Introduction" y "Encyclopedia of Urban Legends"- J. H. B. hizo que muchos de nosotros empezáramos a mirar con otros ojos historias como la Rubia de Kennedy, el condón atorado en "ya saben donde" de un animador de televisión, y otras más terroríficas como Bloody Mary y La Verónica.
Básicamente las lecciones de Brunvand son: El folklore más importante y descuidado es el oral, y que la ciudad crea sus propias leyendas, a veces más entretenidas que las del mundo rural, aunque más globalizadas y uniformes.
No creo que la intención de Brunvand es que la gente deje de creer en leyendas urbanas después de leer sus libros y darse por informada. Al contrario, él las disfruta y no tiene interés en desmentirlas o combatirlas. No se debe tomar los libros de Brunvand como un llamado a no creer en lo fantástico, sino como un canto a la capacidad del hombre para fabular, pues cuando seamos polvo sólo serán nuestras historias las que nos sobrevivan, exageradas o no. Para más información sobre esta última idea, vean "Big Fish", de Tim Burton.
¡Ya poh Diego, publícate completa la entrevista a don Jan Harold en la nave de los locos, ahí tienes espacio de sobra!!
Pasando a otro tema, supe que a Judas lo quieren rehabilitar. En muchos pueblos de Chile, el controvertido apóstol arde como tea cada Sábado Santo. En otros países católicos también. El que lidera la campaña es Walter Brandmuller, director del Comité pontificio de Ciencia Histórica del Vaticano. La premisa es la siguiente: Sin Judas actuando su papel, no habría muerte de Cristo, y por lo tanto no habría salvación para la Humanidad; idea ya presentada en la película "La última tentación de Cristo". También Brandmuller plantea que es impresentable que Jesús se muestre sin piedad por la suerte de Judas -devorado y vomitado eternamente por Lucifer, según como lo vio Dante-, aún si este lo hubiera traicionado tan terriblemente.
Es cosa de reinterpretar bien el famoso evangelio apócrifo del siglo IV, que muestra a un Judas cumpliendo una misión divina al entregar a Jesús.
Qué quieren que les diga, veo difícil que a Judas se le haga justicia. Millones de católicos -especialmente aquellos a los que la teología fina les importa un rábano- no entenderían que el malo de la película no sea castigado cada Sábado Santo.
Por último, el paleontólogo Lee Berger descubrió que las águilas se comían a nuestros ancestros cual ovejitas. Efectivamente, Taung, un homínido de 3 años y medio, mostraba señales de ser muerto y devorado por un águila.
¿Será este pretérito recuerdo el motivo por el cual tememos a las aves gigantes en nuestras leyendas? Recuerdo el Piasa, un ave gigante del folklore indígena de Norteamérica. Todos nuestros pueblos tienen leyendas sobre aves rapaces gigantes y voraces, incluyendo obviamente a la que aparecía en los viajes de Simbad ¿Cómo se llamaba?
Básicamente las lecciones de Brunvand son: El folklore más importante y descuidado es el oral, y que la ciudad crea sus propias leyendas, a veces más entretenidas que las del mundo rural, aunque más globalizadas y uniformes.
No creo que la intención de Brunvand es que la gente deje de creer en leyendas urbanas después de leer sus libros y darse por informada. Al contrario, él las disfruta y no tiene interés en desmentirlas o combatirlas. No se debe tomar los libros de Brunvand como un llamado a no creer en lo fantástico, sino como un canto a la capacidad del hombre para fabular, pues cuando seamos polvo sólo serán nuestras historias las que nos sobrevivan, exageradas o no. Para más información sobre esta última idea, vean "Big Fish", de Tim Burton.
¡Ya poh Diego, publícate completa la entrevista a don Jan Harold en la nave de los locos, ahí tienes espacio de sobra!!
Pasando a otro tema, supe que a Judas lo quieren rehabilitar. En muchos pueblos de Chile, el controvertido apóstol arde como tea cada Sábado Santo. En otros países católicos también. El que lidera la campaña es Walter Brandmuller, director del Comité pontificio de Ciencia Histórica del Vaticano. La premisa es la siguiente: Sin Judas actuando su papel, no habría muerte de Cristo, y por lo tanto no habría salvación para la Humanidad; idea ya presentada en la película "La última tentación de Cristo". También Brandmuller plantea que es impresentable que Jesús se muestre sin piedad por la suerte de Judas -devorado y vomitado eternamente por Lucifer, según como lo vio Dante-, aún si este lo hubiera traicionado tan terriblemente.
Es cosa de reinterpretar bien el famoso evangelio apócrifo del siglo IV, que muestra a un Judas cumpliendo una misión divina al entregar a Jesús.
Qué quieren que les diga, veo difícil que a Judas se le haga justicia. Millones de católicos -especialmente aquellos a los que la teología fina les importa un rábano- no entenderían que el malo de la película no sea castigado cada Sábado Santo.
Por último, el paleontólogo Lee Berger descubrió que las águilas se comían a nuestros ancestros cual ovejitas. Efectivamente, Taung, un homínido de 3 años y medio, mostraba señales de ser muerto y devorado por un águila.
¿Será este pretérito recuerdo el motivo por el cual tememos a las aves gigantes en nuestras leyendas? Recuerdo el Piasa, un ave gigante del folklore indígena de Norteamérica. Todos nuestros pueblos tienen leyendas sobre aves rapaces gigantes y voraces, incluyendo obviamente a la que aparecía en los viajes de Simbad ¿Cómo se llamaba?
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